Despegables, recortados, doblados, enrollados, ilustrados, coloreados, con o sin portada, cosidos, en cajas, con solapa, sin pliegos, en sobres, con cuerdas…
De todas esas formas y más puede ser un libro de artista. Todas ellas y más se pueden ver en Madrid, donde esta práctica se está consolidando.
El libro de artista es una publicación resultado de un proceso plástico creada como una obra de arte en sí mismo. Libro objeto es una buena forma de describirlo. El artista toma los parámetros del libro y los transforma, transgrediendo los usos para los que fue tradicionalmente concebido. Por ello, en el libro de artista el signo estético tiene mayor importancia que el escrito. Su lectura no está sujeta a un orden, sino que es aleatoria. El libro se convierte en una entidad artística propia.
Su lectura no está sujeta a un orden, sino que es aleatoria
Si bien los libros de artista ya cumplen media década, en la era digital estas obras y demás publicaciones autoeditadas han reaparecido con mucha fuerza y más experimentales que nunca. Estas pequeñas maravillas están en la calle, no solo es posible verlas con aspecto académico en la Biblioteca Nacional o en el Reina Sofía.
La práctica de esta actividad comienza a mediados del siglo XX, en 1963. Quien iniciara todo fue el artista estadounidense Edward Ruscha con Twenty-six Gasoline Stations (1964) y Every building on the Sunset Strip (1966).
Además de encontrar libros de artista en algún rincón durante la semana del arte de Madrid, principalmente dos ferias se dedican a estas publicaciones: Libros Mutantes y Masquelibros.
La Feria Editorial Independiente Libros Mutantes se está preparando para su séptima edición los días 22, 23 y 24 de abril. Este proyecto se centra en la relación entre la edición y las artes visuales. Su afán por explicar lo que está ocurriendo con este movimiento artístico en España les ha llevado a ser los representantes del país invitado en la Art Book Fair de Los Ángeles, una de las ferias de edición más importantes del mundo.
La 5º edición de la feria Masquelibros comenzó en 2012 con el fin de reflexionar “sobre la presencia en el siglo XXI de los Libros de Artista y la edición contemporánea” y se celebra los días 20, 21 y 22 de mayo. La fisicidad del libro conmueve a las artes plásticas. Menuda fusión.